Día 5 y 6 Quito, ELEGANTEMENTE HOSTIL

Entre la plaza del centro histórico de Quito y el hotel Sheraton hay dos ciudades distintas. En el medio un poco de hostilidad.

Así fue la estadía en Quito, contradictoria pero agradable.

A la llegada fuimos muy bien recibidos por los empleados del hotel, ya que veníamos invitados por el gerente, Michel Thorin, Hermano del gran amigo de mi padre, Morice Thorin a los cuales le estamos muy agradecidos, y extrañamos, pues era el cuarto piloto de este viaje.

Un paseo por la plaza de Quito en sábado deja ver otra ciudad, una llena de color y vida y sobre todo de ecuatorianos, de verdaderos indígenas ecuatorianos.

Después de este pequeño recorrido fuimos a conocer la gran MITAD DEL MUNDO.

La famosa línea Ecuatorial, la división equinoccial, la latitud 00´00”00, o mejor, el GRAN TRUCO: Nos arrancaron tres dólares por el espectáculo más paupérrimo de los últimos años, una cantidad de experimentos ramplones sobre la anulación de las fuerzas en la línea en la que el magnetismo de los polos desaparece. Además de esto nos metieron en una “Maloca” típica de los indígenas ecuatorianos LA CUAL FUE HECHA basados en un libro para niños o algo así, porque carecía de toda relación con la realidad.

Además de esto me obligaron a parar un huevo en la cabeza de una puntilla y me dieron un diploma, un ¡diploma! por esto.

No es rentable dejarse robar así.

Luego de esto fuimos al lugar al que si había que ir, un monumento ubicado a 5 minutos del museo de TRUCO BARATO que tiene el famoso monumento del centro del mundo. Lugar que nos tomó 10 minutos contemplar en su totalidad, y que lleno por completo la expectativas de conocer la mitad del mundo, una línea que además se extiende por todo el mundo y que puedes visitar, gratuitamente, a lo largo de la latitud 00´00”00.