# DE VISITAS

Panamericana Sur

Un viaje desde Bogotá (Colombia), hasta Buenos Aires (Argentina) a bordo de tres Kawasaki KLR 650.
Los pilotos, mi padre y mi tio.
En este viaje la ruta es cosa de cada día.
Y como es imposible preveerlo todo, ninguno aseguro estar listo para arrancar.

Con cariño. -->



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ENTREVISTA TERRA TV

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Conclusiones de viaje

martes, 29 de septiembre de 2009

Día 41 Rio Cuarto – Córdoba NORTON 500


Visitar la casa del Ché jamás estuvo entre nuestros planes y menos pararnos junto a la motocicleta Norton 500 en la que recorrió el contientne, pero las cosas realmente buenas suceden así.
Entre causas y azares tomamos la ruta menos pensada, pues la nieve nos acorraló, obligándonos a desviarnos por la ruta 36. El mail de un amigo nos había dado una importante información: si hacen el circuito serrano desde San Luis pasarán por Alta Gracia, la casa del Che. Pero nosotros no habíamos hecho el circuito serrano, por lo que las posibilidades se habían mermado. Sin embargo el día, contrario a todos los pronósticos, despejó y un lindo sol nos acompañó en la travesía.

Rodamos por lindos pueblos argentinos hasta llegar al valle de Calmuchita donde nos detuvimos a almorzar. En el lugar nos recibió el dueño, hombre amable que nos mostró las fotos de todos sus reconocidos clientes, entre las cuales estaba un venezolano que había llegado hasta allí a pedal, es decir, en bici, pero no en cualquier bici, una con carrocería.
Todavía no es momento de sacar conclusiones, pero es fácil deducir que nosotros no somos los más valientes, hay otros, como el venezolano que asumen aventuras con un nivel de dificultad mucho mayor. Evidentemente no se trata de competir por cual hace el mayor numero de idioteces, pues siempre habrá una forma más compleja de hacerlo. Sin embargo saber que el Che recorrió argentina en un motociclo y luego Sudamérica dos veces me hace pensar en mi propia motivación y en la de los demás para asumir retos de ese calibre.





Día 40 Mendoza a río cuarto PRIMAVERA CON NIEVE


La primavera es una época ambigua y fue necesario desplazarse, no se cuantas latitudes, para comprobarlo. La nieve atacó nuestros cascos sin clemencia. Nieve producida por un frente frió que abrazó Argentina, y dentro de Argentina estamos nosotros.
En un día debíamos haber alcanzado la Capital de Córdoba, pero el mal clima nos ha dado a cambio paisajes increíbles dibujados sobre nubes y nieve.
Nos hemos retrasado de nuestro itinerario inexistente.

Día 38 Mendoza LOOKING FOR THE WINE LANDS


El silencio de Mendoza no tiene precio. Es difícil decir con certeza cual fue la fuente del ruido durante todo viaje, pero justo en Mendoza se detuvo.
Mendoza fue amable, y la bienvenida estuvo a cargo de un club de motos, que al divisar las naves atracando el puerto, nos invitaron a escuchar el ruido de la noche mendocina.
Caminamos por la ciudad sin rumbo, durante los tres días que dormimos escuchando su callado forma de hablar. Estuvimos en sus parques, en su parquecitos, en sus bares y en los cafés, tomamos de su vino, tomamos todo lo que pudimos, tomamos del vino que sirven en casa.







miércoles, 23 de septiembre de 2009

Día 36 ARGENTINA SE ESCONDE DETRÁS DE LOS ANDÉS




Cruzar los andes es una costumbre en Colombia.



Este es el país de los ÚLTIMOS: este es el último país, luego será la ultima ciudad, la ultima recarga de gasolina y, hoy pasamos la última aduana, y como ya es costumbre, el riesgo de ser deportados fue inminente.


Con un tobillo lastimado crucé los Andes; por nevados, vientos helados, y un cortante viento transporte mi peste, una gripa que parecía porcina. En este paupérrimo estado coronamos la aduana argentina, ubicada a 3400 MSM.

El trafico es permanente entre estos dos países y la paranoia Chilena es la gestora de interminables filas, así reza el aviso: -está prohibido cruzar frutas y componentes orgánicos- Y a la gente le gusta llevar una frutita pal soroche, por lo que se decomisan diariamente supermercados enteros.


Mi peste tampoco le agradó mucho a los chilenos por le que me ha tocado esconderme para evitar ser puesto en cuarentena. Logrado el objetivo he trasladado mi virus a este país.

Argentina se esconde detrás de los Andes, bajo los nevados y entre los viñedos, allá está Mendoza.

Cada vez más Australes.

Día 34 Valle nevado ADAPT OR DIE




El mundo es un lugar hostil y si no te adaptas mueres. Un nuevo ecosistema, luego de sortear mares, kilómetros de ruta, y otras dificultades llegamos a Valle Nevado, un centro de Sky ubicado entre una serie de montañas, todas vecinas de la reconocida Aconcaua. Allí fue necesario adaptarse a las condiciones, y esto significó aprender esquiar en la nieve.




Hoy este principiante logró deslizarse con estilo por todo el colorado, yo parecía un montañés nato. Pero mi destreza se venció, justo cuando intenté hacer lo imposible, saltar la rampa.



Nuestro neófito instructor y taxista, quien se ofreció muy amablemente a enseñarnos el arte del sky, me había dicho ya – saltar es complicado, eso ni yo ¡cachay¡ -.

Yo ya había cumplido mis horas de nieve, mi salida triunfal era inminente, buzos, sky de agua, motos y ahora nieve.


Pero fui ambicioso y pague el precio.

- Papi me voy a deslizar una última vez y nos vamos -, más juguetón que un niño en una feria, tomé los esquís, raudo y veloz me dirigí al pasa nivel, y en lugar de detenerme en la estación amater, seguí confiado a las rampas de los profesionales que había contemplado toda la tarde.





Me dispuse a atacar la nieve, canchero tome los bastones y me impulse cuesta abajo. Al llegar a la rampa me elevé por los aires, y me dispuse a retomar el suelo, pero la gravedad no fue amable. Mi cuerpo tomó una dirección y el esquí izquierdo otra, el tobillo pago las consecuencias del desacuerdo.





Con algo de dolor retome la pista 400 metros abajo.
Finalmente no sucedió mucho, un pequeño desgarre que arruino un par de noches.

El mundo es un lugar hostil y si no te adaptas te mueres, eso implica aprender a utilizar las herramientas.



El caballo ya se adaptó.

Día 32 Viña del Mar CADA VEZ MÁS AUSTRALES





Caminando esa mañana en Viña del mar, llegamos, por coincidencia a la calle Vicuña Mackenna. Tomamos un par de cuadras al sur y llegamos 199 años después a la avenida que lleva el nombre del libertador. Chile se prepara para su bicentenario, pero hoy solo le resta vivir la fiesta de cumplir uño más, uno antes de los 200.

La cuidad esta inundad de rojo, blanco y azul, a si mismo, nuestras motos han sido adornadas para la ocasión.


Las calles en Chile y Perú son un monumento permanente a los padres de la patria y hoy es un honor transitar por ellas. Vicuña Mackenna, Américo Vesupucio, y el mismo San Martín, todos se repiten, en cada pueblo, y en cada cuidad, esperando que sea suficiente mencionarlos para que su ideales no sean olvidados.



Así en medio de la fiestas abandonamos nuestra condición de turistas, entramos a la famosa “enramada”, comimos chorizo, empanada y chicha. Jugamos en la ruleta, lanzamos la bolas y nos mareamos en el carrusel.

Quedan muchas cosas fura de este texto, de hecho queda todo excluido. El olor de la feria, el sabor, el frió, y lo viva que esta Chile 199 años después de haber sido liberada.



jueves, 17 de septiembre de 2009

Día 30 EL VECINO DE NERUDA



Hoy quise ser vecino de Neruda, quise haber crecido en Valparaíso, quise no sentir el extrañamiento de ser un viajero, hoy quería ser un local.

No deja de quedarme un extraño sabor en la boca, un sabor tibio, un tinte de insatisfacción. No me puedo quejar, y no me quiero quejar, cada instante de este viaje es alucinante, pero esa sensación la deja un muro.

Entre cada país y yo, hay un muro, entre cada cuidad y yo, hay un muro y ese muro esta construido del resistente material de la rutina. No se necesita ser chileno, o peruano para destruir el muro, solo desaparecer tu condición de viajero. Para el turista se a dispuesto una ciudad al margen de la ciudad, pues aquellos que habitan en las ciudades no sienten la presencia del turista, circulan por las mismas calles pero no se tocan, el uno es invisible para el otro.

Hoy estuvimos en Valparaíso, justo al lado de Viña del Mar, una ciudad linda, donde vivir frente al mar parece no ser un privilegio.

En Valparaíso visitamos la casa de Pablo Neruda, parecía un tipo normal. Una casa frente al mar, llena de cosas de un ser humano corriente, en un barrio corriente. Fue un encuentro interesante, pues todas las cosas que habitan la casa hablan de Neruda, su comedor, su cuarto, todo fue hecho por el y dice cosas de el, por un momento abandonó, para mi, su trabajo de poeta y político, para ser el anfitrión de su espacio.

Hoy quise ser vecino de Neruda porque pensé que abandonar los hoteles y vivir en una casa sería una sensación agradable. Porque de repente eso me acercaría a la gente y podría, quizás, derrumbar el muro.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Día 30 PERFECCIONANDO LA TÉCNICA DE LAVAR ROPA A MANO



Ahora entiendo porque la empleada se toma tanto tiempo lavando las cositas que se deben lavar a mano. Esto no es un homenaje a las ayudantes del aseo en casa, el homenaje lo hice hoy lavando mi ropa.

Llegamos a Viña del Mar, el frió del invierno se me ha metido entre los huesos. La primavera aun es una ilusión. La cadena de mi moto se ha salido del plato hoy, le hemos dado tensión y de nuevo a la pista.

Ese paisaje estéril que había acompañado mi retrovisor a lo largo de todo Chile hoy desapareció y fue reemplazado por un verde color aceituna. Este es el Chile que cultiva. Carlos se refería a la gente del sur Chileno como “Lechugueros” y los lechugueros tienen una autopista de doble calzada para transportar sus lechugas en muy poco tiempo.

Hay detalles que hablan bien de un país. Carlos dijo, muy enérgico aquel día, que los del sur tenían unas grandes carreteras y que los del norte no tenían porque no movían la cantidad suficiente de gente. Para él, y todos lo chilenos del norte la autopista doble calzada parece una necesidad y un derecho. En Chile la cobertura de salud es absoluta, no tiene deuda externa y por el contrario almacena millones de dólares en el exterior.

Un país en estas condiciones puede darse el lujo de discutir por una doble calzada, puede desearla, porque todo lo que es deseable para nosotros es una realidad en este país. Eso no quiere decir que sea mejor, para mi, Colombia es mil veces más divertido, y he aprendido a bailar entre el desorden. Sin embargo hay detalles que hablan bien de un país, como por ejemplo que la gente pueda discutir por lechugas en camiones.

martes, 15 de septiembre de 2009

Día 28 Antofagasta Calderas ME DECLARO HINCHA DE LA SELECCIÓN CHILENA

El fútbol es una enfermedad de la que padece el universo entero. Unos pocos, entre ellos mi familia, nacimos vacunados. Esta patología no tiene cura y es contagiosa. Los que estamos vacunados, nadie sabe porqué, vivimos ajenos al fenómeno, pero hoy fui un hincha violento, emocionado y convencido.

Un policía levanto su mano, un signo inequívoco de que me iba a multar. No me sentí culpable de nada, pero hay un gesto universal en los policías, cuando levantan la mano para una revisión de rutina, desganada y tibia, y cuando hay una infracción de por medio, la mano del policía se levanta con gesto dictatorial, ahora tu eres culpable de algo. En este caso yo había sobrepasado un camión en plena vía férrea, craso error para un colombiano que ignora el código de transito chileno.

¿Sabia usted señor que no se puede sobrepasar sobre la línea férrea? No señor, en Colombia no funcionan- Le respondí. - ¿Colombianos? – si señor- le contesté temeroso, pues en Perú nos quieren pero en Chile somos mortales – .

-Les vamos a ganar en las eliminatorias y en su casa- me respondió el policía.

Ya lo había discutido con tenderos, con los de las bombas de gasolina y practicante con todo el mundo. A mi no me gusta el fútbol, pero ante el inminente comparendo no tuve problema en modificar mi confesión. -Yo le voy a la selección Chilena, y nos van a ganar en nuestra casa- Dije entusiasta.

La verdad es que no está muy alejado de la realidad, a mi no me gusta el fútbol, pero soy conciente de la calidad tan paupérrima que ofrece el balón píe nacional.

El policía no necesitó más argumentos para dejarme ir, ni documentos, ni amenazas, nada una sonrisa compinchera y un “Sigan su camino que van bien”.

Soundtrack:
Beck - Sea Change
The virgins
Ibrahim Ferrer

Día 27 Iquique Antofagasta HORNO PARA CALENTAR LOS MARES




El pacifico no perdona y no hay un horno para calentar los mares. Rodamos por horas junto al mar, hasta llegar a Antofagasta.

Una cuidad de la que no puedo decir nada, pues solo conozco su central de transportes en la madrugada.


Conozco su central de transportes porque mi papá perdió su pasaporte y fue necesario mover a el 30% de la fuerza militar Chilena para traerlo de vuelta.

Lo que sucedió fue lo siguiente: Nos detuvieron en una aduana en Tocopilla, mostramos toda la “Papelería” que cargamos en la moto, con sus sellos, su firmas y estampillas. Mi papá se puso el pasaporte entre las piernas y hasta ahí supimos de el.

Al llegar al hotel en Antofagasta no había rastro del “porte de paso” y luego de una crisis general decidimos tomar un taxi hasta Tocopilla a 3 horas de la ciudad. Curiosamente el taxi no llego por nosotros y como todo el hotel estaba movilizado en torno al papelito de mi papá, un señor, inquieto por lo que sucedía, se acercó y en 30 minutos había toda una coordinación en torno a la traída del pasaporte.

El señor se llama Carlos y trabaja con minas de cobre, es muy “pudiente”. Vive por épocas en este hotel, y disfruta ayudando a la gente. A Carlos no le interesó hablar de nuestras motos, ni de donde veníamos, no quiso saber a cuanto corremos, ni hablamos del problema con Uribe. Por un momento fuimos gente que necesitaba una mano, no aventureros, ni colombianos. Carlos nos expropio de todo y fuimos gente que se ayuda.

Carlos le dijo al carabinero de Tocopilla que debía hacer las cosas por la dignidad del gobierno chileno, argumentando, –Señor carabinero, si a un chileno, en un viaje a Colombia le sucede algo similar, con seguridad nos ayudarían- En ese momento pensé a lo que habría sucedido realmente el Colombia y me quedan muchas dudas el resultado. En este caso el pasaporte apreció intacto, con los doscientos dólares que habitaban silenciosos entre sus visas. Claramente el pasaporte no lo trajeron hasta la camita, fue necesario ir al terminal de transportes, donde un chofer de bus, quizás bajo amenazas de los carabineros, trajo el papel hasta las manos de mi padre.

La espera no fue amarga, cuatro horas a bordo de las historias de Carlos (Gran rescatista de pasaportes) los tuvieron despiertos hasta las 2 de la mañana, hora en que debíamos ir a la terminal. Razón por la que conozco el terminal de Antofagasta en la madrugada, que por cierto luce muy bien a esta hora.



Soundtrack: Illya Kuryaki & The Valderramas

sábado, 12 de septiembre de 2009

Día 26 Arica Iquique LA OTRA SURAMERICA




La otra Sur América es políticamente correcta. Aburre un poco, estamos acostumbrados al caos, en Colombia las cosas no tienden a solucionarse, la gente no tiende a trabajar con juicio y orden. Por el contrario, Chile no falla un trazo. Una economía envidiable, una gente que sigue las reglas, que exige los sellos en los papeles y que tiene una tendencia a solucionar las cosas. El ministro de transporte debería pasarse por las carreteras Chilenas. Que maravilla, dijo mi papá. Y el si sabe.
El pacifico, ahora en el final de invierno, enfría todo a su alrededor y hace que los pulmones se llenen de un aire congelado y salitroso.
En la mañana hacia un frió doloroso, y fue necesario levantarse a componer el rack, de la moto azul, que, por capricho, se descompuso de nuevo.

El arreglo, como siempre, tomo más de los 40 minutos que presupuestábamos, atrasando la largada a las 3 de la tarde, o las cuatro, no sé, mi reloj sigue en la hora colombiana.

Llegamos a Iquique, parada no programada, pero gracias al atraso, fue necesario navegar de noche para llegar a puerto seguro.