La cosa fue la que recorrimos en su gran mayoría, la sierra es nuestro próximo paso y la selva, que es la que comparte con Colombia, siempre es una alternativa.
El día fue una fotografía permanente, hoy por ejemplo extrañe más lentes y más tiempo para detenerme en cada lugar. La carretera que conduce de Trujillo a Lima es increíble, sobre todo en esta época y en verano, pues en invierno puede llegar a ser agonizante, ya que las temperaturas decienten vertiginosamente en esta fecha. Durante cada kilómetro al lado derecho se extienden infinidad de kilómetros de playas adornadas por un pacifico bastante azul, al que lo sobrevuela permanentemente una delgada niebla, que degrada en matices el azul del mar.
Es la carretera más sexy que he conocido.
Lima compite, con buenas posibilidades, con Bogotá, por el premio al peor trafico de sur América.
La entrada a la cuidad el día de hoy, luego de recorrer 550 Kilómetros, fue un caos delirante. En principio, el área metropolitana que rodea la ciudad por el costado norte tiene una longitud de 20 Km, por lo que los carteles anuncian Lima, cuando aparentemente ya estas en el corazón de su desorden.
En segundo lugar, las atestadas vías, controladas por clones (Agentes de transito, mujeres, todas exactas) se congestionan el nivel de la carrera séptima a las 7 de la noche sin contra flujo. Razón por la que nos vimos obligados a tomar una vía prohibida para motos, cosa que casi nos cuesta una infracción.
Esta es la foto de cuatro argentinos que nos encontramos a una hora de Lima, salieron de argentina y fueron por venezuela a colombia y empezaron a bajar. Su viaje esta próximo a terminar. La satisfacción invadió a los dos grupos. Una foto de recuerdo.
Soundtrack: Dave Mathews
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